Escrita por: Nadia
Su nombre lo dice todo. Silencio, paz, tranquilidad y naturaleza. Una auténtica joya de la costa asturiana que debemos cuidar entre todos para que nunca deje de tener ese encanto y para que siempre sea un refugio para amantes de la naturaleza.
Hoy os hablo de una de las playas más bonitas de Asturias, espacio natural protegido y donde los cantos rodados se arrullan al son de las olas, produciendo un leve ronroneo que te entregará a los brazos de Morfeo mientras el sol te acaricia la piel. ¿Me acompañas?
LOCALIZACIÓN Y ACCESO
Se encuentra en el concejo de Cudillero. La forma más fácil de llegar con coche es dirigirnos al pueblo de Castañeras y seguir la señalización que nos guía al acceso a la playa. Siguiendo ese acceso, que es de un solo sentido, en algún punto nos encontraremos con un parking privado a mano derecha. Abre solo en verano y cuesta 2 € (si no ha subido) dejar el coche toda la jornada. También hay un puesto de hamburguesas. Si no queremos utilizar el parking, se puede seguir por el acceso y aparcar en la cuneta donde podamos. Digo donde podamos porque suele ser complicado encontrar aparcamiento, pero siempre que hemos ido hemos podido aparcar. Recuerda que este acceso es de un solo sentido, por lo que si no encuentras aparcamiento, debéis seguirlo, que es circular y os volverá a sacar al pueblo.
Una vez hayamos conseguido aparcar, haremos la otra mitad del acceso a pie, ya que no está permitido llegar a la playa con vehículo. El acceso a pie, que serán unos 500 metros, es bastante sencillo. La primera mitad es una pista forestal por la montaña, un agradable paseo, la verdad. La otra mitad, cuando ya nos acercamos a la playa, son un montón de escaleras empinadas que zigzaguean por el acantilado. No es complicado, pero no vayas en chanclas. Tampoco recomendamos ir con carrito de bebé ni cargando con nevera, sombrilla, etc., porque para bajar bueno, pero luego hay que subirlo…
LA PLAYA
Como te he dicho, es una playa natural preciosa, una auténtica joya. Cabe destacar que no es de arena, sino de cantos rodados. Si tienes los pies delicados, como yo, te aconsejo llevar unos pies de gato o unas cangrejeras para moverte por allí y para meterte al agua. Siempre me hace mucha gracia la gente que va descalza y camina como Chiquito de la Calzada. O los que acaban yendo a gatas directamente.
La forma de la playa hace un semicírculo y es bastante más larga que ancha, sobre todo, cuando sube la marea. Al estar bajo un acantilado, tienes rinconcitos de sombra donde puedes ponerte a leer si lo tuyo no es tomar el sol. Lo que más destaca de la playa, sin duda, son las rocas cercanas a la costa y las pequeñas cuevas y recovecos de los acantilados.
El agua es clara, limpia y transparente. Cero contaminación. Eso sí, cuando hay marejada, ten cuidado, porque el oleaje es bastante fuerte y ya vimos a alguna señora temeraria arrastrada por las olas y con moratones de los golpes contra las piedras. También hay que tener cuidado al meterse, ya que incluso en la orilla suele cubrir bastante, así que ojo con los peques. Al tener unas aguas tan claras, suele haber gente practicando snorkel y buceo. También hay algunos nudistas, ya que está permitido hacer nudismo en esta playa.
SERVICIOS QUE OFRECE
Ninguno. No hay ni aseos ni duchas ni chiringuitos, y tampoco hay socorristas. Es una playa completamente salvaje a la que va muy poquita gente por su “difícil” acceso y su falta de servicios. Pero, sinceramente, a nosotros nos encanta que sea así, ya que si se masificase ya no sería lo mismo.
Como esta playa quedan muy pocas, tan limpia y tan natural que dan ganas de perderse en ella. Si algún día la visitas, por favor, cuídala como el tesoro que es. Nada de plásticos, nada de residuos. Lleva lo justo e indispensable para pasar una bonita jornada al aire libre y trátala como se merece. Nos consta que la gente que va suele dejarla siempre mejor de lo que se la encuentran, así que ayúdanos a mantenerla tan pura como es.