Escrita por: Rodri
Todo el que me conoce sabe que, si tengo que elegir, prefiero la naturaleza antes que las ciudades. Sin embargo, Oporto es uno de esos extraños casos de ciudades en las que ya no solo no me importa repetir visita, sino que incluso me plantearía vivir allí en algún momento. Sus calles, su gente, su ambiente, sus costumbres e incluso su idioma, tan parecido al nuestro… al final todo junto crea el cóctel perfecto que te hace sentir como en tu propia casa. Si estás planteándote ir a Oporto (cosa que recomendamos al 200%), vamos a comentarte qué tiene de especial y qué no te puedes perder, consejos, mejores horas para visitar cada cosa, dónde comer, dónde alojarte… ¿Te apuntas?
QUÉ VISITAR:
Ribeira:
La Ribeira es la primera imagen que se le viene a prácticamente todo el mundo cuando piensa en Oporto. La verdad que es una zona muy bonita para pasear y en ninguna de nuestras visitas podemos dejar de pasar por allí. Casitas de colores junto al Duero y el puente Luis I, el más conocido y fotografiado de la ciudad.
Si tuviera que ponerle un pero, diría que normalmente hay mucha gente. Gran parte del turismo de Oporto se concentra en esta zona y, en según que fechas y horas, puedes encontrarte hordas de gente pero, eso sí, sin llegar a agobiar en ningún momento.
Aunque esté lleno de terrazas de principio a fin, nuestra recomendación personal es tratar de evitar comer por allí. Zona de turistas, precios para turistas.
Y si os gusta la fotografía, podemos recomendaros e indicaros la posición exacta de dos puntos donde las vistas no podrían ser mejores. Seguro que a poco que os hayáis estado informando habréis visto varias fotos hechas desde allí por redes sociales. Cuando fuimos nosotros estaban inaccesibles por obras, así que aquí os dejamos también la alternativa que encontramos en su momento. ¡Siempre hay que tener un plan B! (aunque en este caso hubo que buscarlo).
Mirador de la roca:
Al otro lado del puente Luis I se encuentra Vilanova de Gaia, una visita también más que recomendable. Si lo cruzáis por la parte de arriba, no tardaréis en ver un par de calles a mano izquierda. Una de ellas baja y la otra (la de la derecha) se mantiene a la misma altura o incluso asciende un poco. Si seguís esta última, pronto llegaréis a una roca que tendréis que escalar y desde la que tendréis una vista perfecta tanto del puente como del barrio de la Ribeira.
En nuestra visita estaba cerrada por obras, así que cogimos la calle que bajaba de la que hablábamos antes: la Rua do Casino do Ponte. Si camináis hasta su final, donde hace una curva y se une a la Rua de Cabo Simao, podéis ver un terreno sin edificar elevado a mano izquierda frente a unas casas amarillas. ¡Desde allí sacamos varias fotos que nos encantaron!
Mirador das Fontainhas:
Está prácticamente delante del mirador anterior, pero en la orilla de Oporto, un poco más alejado del puente y a más altura. La dirección exacta es en el Passeio das Fontainhas, un poco más adelante de donde se junta con la Rua do Sol, en dirección al Puente del Infante.
Desde hace un tiempo las escaleras están cerradas y protegidas con alambre de espino. Imaginamos que por razones de seguridad, porque la verdad es que solo con verlas muy buenas sensaciones no dan. Mucha gente salta igualmente (la altura de la valla es más o menos por la cintura), pero nosotros decidimos no hacer el tonto y sacar nuestras fotos un poco más adelante en la misma calle. Este consejo vale para cualquier ocasión: no te juegues la integridad física por una fotografía.
Igreja do Carmo
Que os vamos a decir que no sepáis ya de las famosas iglesias con fachada de azulejos de Oporto. Si no sabes la localización exacta de cada una (y esto es normal los primeros días) puedes confundir unas con otras fácilmente. La verdad es que todas tienen algo que las hace especiales y merecen una buena fotografía y pararse a disfrutar de los detalles.
La parte “mala” de esta es que en la parte de abajo tiene un muro de cemento relativamente grande, así que los azulejos empiezan a bastante altura. Es bonita y hay que verla sí o sí, pero si quieres una foto con un buen muro de azulejos hay mejores opciones.
Librería Lello:
Al lado opuesto de la plaza donde se encuentra la Igreja Do Carmo te vas a encontrar con una monstruosa cola de gente deseosa de entrar en la famosa librería Lello e Irmao. Dicen que es la librería más bonita del mundo y la verdad es que yo no las he visto todas, pero seguro que es la más bonita en la que he estado con diferencia.
Ya era conocida anteriormente, pero lo que la catapultó definitivamente a la fama fue que se dijera que J.K. Rowling se inspiró en ella para escribir la saga de libros de Harry Potter durante los años que vivió en Oporto. Ella se ha encargado de desmentirlo en repetidas ocasiones pero, la verdad es que sea cierto o no, no te puedes ir de la ciudad sin haber entrado aquí.
Para nosotros es parada prácticamente obligatoria. No olvides que tienes que sacar la entrada por internet para poder acceder. Son 5€ que te descuentan de cualquier compra que hagas. Y sí te lo estás preguntando sí, tienen libros en español y algún que otro artículo de regalo propio.
Dos consejos esenciales: si quieres hacer fotos ten mucha paciencia, te encontrarás con un montón de gente que está intentando exactamente lo mismo. Y el segundo, y puede que el más importante, planifica la visita con tiempo. En temporada alta puede resultar bastante fácil que se terminen las entradas. Cómpralas uno o dos días antes del día que tengas pensado pasarte por allí.
Torre de los Clérigos:
Si hay algo que llame la atención de cualquiera que llegue a la ciudad es la Torre de los Clérigos. Ya no solo porque sea preciosa, sino porque se ve prácticamente desde cualquier punto de Oporto. La entrada cuesta unos 5€ y puedes disfrutar tanto de la torre como de la iglesia contigua.
Las vistas son una auténtica pasada. El castigo para llegar arriba son sus más de 200 escalones pero la recompensa lo merece: una panorámica de 360 grados de Oporto.
Además, a la salida te encontrarás prácticamente en la cara con la Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau. Otra parada obligatoria para nosotros. Ya es costumbre coger nuestro pastel y nuestra copa de vino de Oporto y sentarnos a disfrutar (¡y a descansar!). Te lo sirven en una especie de paleta de madera decorada que te puedes llevar de recuerdo, ¡e incluso te regalan la copa!
Tanto la Librería como la Torre están prácticamente pegadas así que podéis programar las dos visitas para aprovechar más el tiempo. En nuestro caso, lo teníamos muy cerquita ya que hacíamos noche en el Hotel Torel Avantgarde donde, dicho sea de paso, teníamos unas vistas tan buenas como en la propia torre.
Estación de Sao Bento:
Dicen que es la estación de tren más bonita del mundo, pero la verdad es que nosotros no estamos muy de acuerdo. Sí que es bonita y la verdad es que el trabajo con los azulejos es como siempre impecable, pero nosotros nos declaramos enamorados absolutos de la estación de Amberes.
Podéis entrar a visitarla en cualquier momento sin problema alguno, pero si queréis sacar alguna foto tranquilamente recomendamos madrugar bastante.
Capilla de las Almas:
Te estarás preguntando, ¿más azulejos? Y yo te diré: ¡por supuesto! Esta es la pared de las paredes. No hay pared ni azulejos más fotografiados en todo Oporto que los de la Capilla de las Almas. La verdad es que es increíble y hay que acercarse para verla sí o sí.
Como siempre, unos consejos rápidos para evitar problemas y aglomeraciones. Muchos pensaréis que madrugando se soluciona todo y eso funciona en la mayoría de los casos, PERO AQUÍ NO.
La fachada tiene un tejado o una cornisa que le da sombra durante la mayor parte del día y eso desmerece muchísimo las fotos, dejando que se vean poco o nada los azulejos de la parte superior. Lo ideal es ir a mediodía, sobre las 13:00 o 14:00. Es el momento en el que recibe más luz y tiene el añadido de que es la hora de comer, así que estarás prácticamente solo.
Esto es bastante importante, teniendo en cuenta que la capilla hace esquina con una de las mayores calles comerciales de la ciudad y que tendrás que sacar la foto desde el otro lado de la carretera. A esa hora encontrarás menos gente y menos tráfico.
Catedral – Sé do Porto:
Desde la Catedral de Oporto hay vistas bonitas de la ciudad. Si estás por la zona de la Ribiera te puedes acercar fácilmente subiendo las escaleras que hay justo frente al puente Luis I. Personalmente no está dentro de mis imprescindibles, pero seguro que pasas cerca varias veces mientras vas de un lado para otro y puedes aprovechar para echarle un vistazo.
Jardines del Palacio de Cristal:
Un impresionante parque público que nadie se puede perder. Eso sí, si quieres verlo entero espero que vayas con tiempo porque vas a pasar un buen rato dando vueltas por allí. Está dividido en varios parques o jardines, cada uno con su nombre y diferente a los demás.
La mayoría de los turistas nos preguntamos donde está el palacio de cristal que da nombre a los jardines. No perdáis el tiempo, hace años que desapareció y ahora lo sustituye un enorme pabellón circular que usan para todo tipo de eventos.
¿Queréis otra recomendación para vuestras fotos? Id al atardecer. En la parte oeste de los jardines podéis encontrar un lugar llamado Parque da Quinta da Macieirinha. No os preocupéis, esta todo súper bien señalizado y lo encontraréis sin ningún problema. Cuando lleguéis, hay una callejuela que básicamente son unas escaleras que bajan y parecen no llegar a ninguna parte. Desde ahí mismo podréis contemplar en la distancia el Puente de la Arrábida y la desembocadura del Duero mientras el sol se pone en el horizonte.
Bodegas:
Si hay algo que a la mayoría le suena de esta ciudad es el famoso vino de Oporto. Hay a quien le encanta y también hay quien no lo soporta, así que si nunca lo has catado pide primero una copita de prueba y ya tendrás tiempo de tomar más.
Frente a la Ribiera, justo en la otra orilla del Duero, encontraréis las bodegas de vino. Es curioso que no estén mismamente en Oporto, sino en Vilanova de Gaia, aunque están tan cerca que en realidad no te da la sensación de estar cambiando de ciudad en ningún momento.
Un buen paseo por allí también es altamente recomendable, a nosotros nos encanta esa zona. Podéis entrar a cualquier bodega ya no solo a comprar, sino a hacer una visita guiada en la que os enseñarán un montón de cosas. Con una es suficiente, la verdad es que son todas muy parecidas.
También encontraréis varios mercadillos artesanales donde comprar algún regalo para amigos, familiares… ¡o para vosotros mismos! Y por supuesto, no dejéis de entrar en la Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau. Ya os lo habíamos comentado cuando hablábamos de la Torre de los Clérigos pero esta merece la pena de verdad. Es enorme, la decoración es alucinante e incluso hacen algún show con una especie de órgano a determinadas horas (nunca nos ha coincidido). Aunque no vayas a consumir, ¡entra! No deja indiferente a nadie,
Si quieres un paseo en barco por el Duero encontrarás varias opciones y sí, eso que estás viendo por encima de tu cabeza es un teleférico. A no ser que tengas algún tipo de problema de movilidad lo mejor es obviarlo, es bastante caro para los escasos 200 metros que recorre.
Foz do Douro:
Un mundo aparte y el gran desconocido para el turismo. Obviamente todos sabemos dónde está Oporto pero pocos se llegan a plantear que, efectivamente ¡Oporto tiene playa!
Nosotros cometimos ese mismo error la primera vez que visitamos la ciudad, pero lo remediamos en este segundo viaje en gran parte gracias a la gente del Vila Foz Hotel & Spa. Un hotel que, dicho sea de paso, es absolutamente espectacular y uno de los sitios donde mejor nos han tratado en todo el tiempo que llevamos viajando.
Nos hablaron de esta zona, donde apenas llega el turismo y la mayor parte de la gente que te encuentras son locales. Tenéis playas para elegir, mercadillos, tiendas, el parque más grande de la ciudad y, si viajáis con niños, encontraréis el Sea Life a un paso.
De repente parece que te has transportado a otra ciudad, pero en realidad apenas te has movido. Está sólo a 15 minutos en coche del centro, aunque también puedes recurrir al transporte público o ir paseando con la bicicleta por la costa. En nuestro caso, el Vila Foz ofrecía un transfer gratuito al centro para todos los huéspedes, pero siempre puedes aprovechar para estrenarte en el noble arte de viajar en tranvía.
Capela do Senhor da Pedra:
Si apenas nadie conoce la zona de la costa de Oporto, no hablemos de la costa AL SUR de Oporto. Insistimos una vez más que Vila Nova de Gaia es un lugar precioso que hay que visitar si vas con tiempo. Nosotros nos alojamos allí en un velero en nuestro primer viaje y nos encantó la experiencia.
Es una zona llena de tesoros, algunos más escondidos que otros, pero el que guardamos con especial cariño es la Capilla del Señor de Piedra. Una preciosa (y pequeña) capilla construida sobre las rocas en el mismo mar. Cuando la marea baja es accesible a pie y, cuando está alta, puedes verla en la distancia rodeada por el Atlántico como una pequeña isla que sobresale en medio de la nada. Se tarda apenas 25 minutos en coche desde el centro de Oporto y podéis aprovechar para pasar un agradable día de playa y conocer la zona. En este caso, las fotos quedan bonitas también al atardecer, ya que el sol se pone tras la capilla y el efecto es sobrecogedor. Una de las puestas de sol más bonitas que hemos podido ver en nuestros viajes.
Siempre me ha gustado la historia, así que por curiosidad no pude evitar buscar quién y cuándo había construido esa capilla y por qué concretamente en ese lugar. Dicen que se construyó en 1686 en agradecimiento por un “milagro” que salvó la vida a un grupo de pescadores. Originalmente se estaba construyendo en tierra (lo que viene siendo normal), pero cuenta la leyenda que por las noches un haz de luz iluminaba esas rocas en medio del océano. Al ver que se repetía el fenómeno lo interpretaron como una señal y trasladaron la construcción al lugar donde se levanta a día de hoy. ¿Un dato curioso? Antes de que existiese la capilla en esas rocas se llevaban a cabo ritos paganos. Ritos que a día de hoy, al parecer, se siguen produciendo.
DÓNDE COMER:
En Oporto se come MUY BIEN. Os vamos a dejar una lista de algunos restaurantes que nos gustaron:
- Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau: Los mejores pasteles de bacalao (con queso dentro) de Portugal. Tenéis una justo detrás de la torre de los clérigos y otra en la zona de Gaia, en el paseo de las bodegas. Si pedís un pastel y una copa de vino os lo sirven en una paleta de pintor.
- Trinkas petisqueria: Un buen sitio donde comer tapas portuguesas a buen precio y ricas. Está en la calle de Sá de Noronha 1.
- Tapas N’ Friends: Otro restaurante de tapas portuguesas espectaculares. Buena cocina y buen trato. Está en Praça Guilherme Gomes Fernandes nº 37.
- Flor de Lis: Es uno de los restaurantes del hotel Vila Foz. Comida típica portuguesa pero con un toque moderno y desenfadado. Comida de alta calidad y restaurante elegante. Situado en la zona de Foz do Douro.
- Novo Molhe: Un sushi espectacular a la orilla del mar. También situado en la zona de Foz do Douro.
DÓNDE ALOJARSE:
Nosotros nos alojamos en dos hoteles impresionantes y maravillosos de los cuales hemos escrito entradas en profundidad. Podéis leerlas pulsando en cada hotel:
Y hasta aquí lo que para nosotros es imprescindible en toda visita que se precie a Oporto. Si tuviera que dar un último consejo sería simplemente: caminad. En Oporto las distancias no son largas y siempre hay pequeños rincones por descubrir.
Esperamos que disfrutéis vuestro viaje y, para cualquier duda, ya sabéis donde encontrarnos. ¡Estaremos encantados de echar una mano!
Boa viagem!